Bigfoot, el cómic

A veces uno se compra comics simplemente porque lo tiene caliente la portada. Y no importa que sospeches que el contenido no es tan bueno o que vas a sentir que invertiste mal tu plata, te dices “ah, qué tanto, igual quiero cachar qué onda”. Y por eso vas y te compras un cómic como Bigfoot.

O sea, Pie Grande es mi críptido favorito. Y también creo que Patty es real (Patty es el pie grande del famoso video de Patterson–Gimlin). Y esta portada homenajea a Patty. ¿Necesito decir más? Así que cuando fui a L.A. por la pega, aproveche de meterme a una comiquería y me compré el famoso tomito de Bigfoot.

Sé que alguno me dirá que no puedo confiar en algo que se llame Bigfoot, pero yo le digo que tampoco se puede confiar a ciegas en algo que dice Batman, o sea, ¿un hombre–murciélago? Sí claro, seguro es confiable… En fin, además, a simple vista la cosa no era tan arriesgada. Los autores son Steve Niles, el mismo que creó la genial 30 Días de Noche –que ahora llega al cine– y el legendario Richard Corben (DEN). Ah, también mete mano Rob Zombie, así que ya sé a quién echarle la culpa por las partes malas del cómic.

Y debo decir que la historia es de terror, como de película que darían en la vieja Maldita Sea, con un Pie Grande sicópata que va por el mundo asesinando turistas que van a acampar en sus territorios. Los dibujos son bastante gráficos –en el estilo de Corben–, hay nudismo, así que no recomendable para menores de 18 años, gore, malas palabras y una sensación de cine B que empapa cada página.

Me gustaría ver una peli basada en este cómic. No porque sea algo maravilloso a lo Watchmen, sino porque funcionaría como una de esas película de bajo presupuesto que uno adora ver en la tele para reírse un rato. De hecho, por ahí leí que alguien compró los derechos.

¿Me arrepiento de la compra? Hasta cierto punto. Sí, quizás debí haberme comprado otro tomo de Fables mejor. Pero es ahí cuando le brota lo ñoño a uno. Pie Grande es uno de mis placeres ñoños culpables.