22 de octubre de 2007

Patagonia: tierra de gigantes


La gran Evelyn Pfeiffer, incansable periodista amante de las tierras del extremo austral y experta en toda clase de temas ecológicos, científicos y de cosas outdoors, escribió para nosotros en VIVE! hace unos meses un artículo sobre los misterios de la Patagonia. Acá lo rescato y, de paso, los invito a ver el blog de Evelyn.

Hernando de Magallanes comandó la primera expedición que recorrió el estrecho que lleva su nombre. Fue él quien bautizó a sus habitantes como patagones y ahí comenzó la leyenda. ¿Quiénes eran estos seres? ¿Tehuelches, milodones o seres míticos?

"Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos". (Génesis, 6:4). Probablemente este relato bíblico sea el primer indicio de la existencia de gigantes en la Tierra. Verdad o no, son seres que han traspasado la mitología, el arte y que incluso revolucionaron a españoles y portugueses en su empresa de conquistar América.

Fue en el año 1520 cuando se produjo el primer encuentro entre el hombre blanco y los indígenas de las tierras más australes de nuestro continente. Las naves comandadas por Hernando de Magallanes se refugiaron por mal tiempo en la actual bahía de San Julián, en la provincia de Santa Cruz, Argentina. Antonio Pigaffeta, cronista del viaje de Magallanes, narra el acontecimiento, dando así origen a la leyenda de los “hombres gigantes”:

“Arrancando de allí, alcanzamos hasta los 49 grados del Antártico (…). Un día, de pronto, descubrimos a un hombre de gigantesca estatura, el cual, desnudo sobre la ribera del puerto, bailaba, cantaba y vertía polvo sobre su cabeza. (…) Era tan alto él, que no le pasábamos de la cintura, y bien conforme”.

Fue el mismo Magallanes el que bautizó a estos indios como patagones. ¿Pero qué fue lo que vio este navegante portugués?

Los de pie grande

Los indios que describe Magallanes eran aonikenk, más conocidos como tehuelches. Su territorio se extendía entre el Estrecho de Magallanes y el río Santa Cruz, el que recorrían cazando animales y recolectando el alimento que les proporcionaba la vegetación de la pampa. Una de las características de este pueblo era que tenían una estatura bastante privilegiada, con un promedio de 1,80 metros y se dice que incluso algunos llegaban a los 2 metros.

Tal como nos enseñaron en el colegio, muchos sostienen que estos hombres dejaban grandes huellas en la nieve (“pata grande”), ya que cubrían sus pies con unas sandalias de piel de guanaco. Eso hubiera derivado en el término patagones. Sin embargo, ni en castellano, portugués o italiano, el aumentativo de patagón –"patudo"– es el adecuado.

Según Mateo Martinic, Premio Nacional de Historia y especialista en la Patagonia, los indígenas tenían los pies pequeños, por lo que descarta de inmediato aquella creencia. Y concuerda en que los aonikenk eran altos, pero en ningún caso gigantes.

El gran Pathagon

Actualmente, la gran mayoría de los historiadores concuerda con otra teoría sobre estos supuestos gigantes. “En el siglo XVI las novelas de caballería eran la locura del momento y Magallanes era un fiel lector de ellas. Cuando vio a este indígena, que era un ser medio extraño, vestido con pieles, le recordó al gigante Pathagon de una novela de la época. Se cree que de ahí derivaría el nombre”, asegura el historiador.

El libro del que hace referencia es Primaleón o también conocido como Segundo Libro de Palmerín de Olivia, del año 1512. Ahí se relata:

“Mas todo es nada con un hombre que agora ay entr'ellos que se llama Patagón. Y este Patagón dizen que lo engendró un animal que ay en aquellas montañas, qu'es el más dessemejado que ay en el mundo (...). E tenía la cara tan espantosa que ponía pauor a quien lo miraua, e no parecía sino el mesmo diablo, que parecía que por los ojos echaua fuego, e tan disforme estaua que no ay hombre que vos lo pudiesse contar e gimiendo muy fieramente de verse ansí preso”.

Tierra de milodones

Fue en 1895 cuando se descubrió la “Cueva del Milodón”, a unos 20 kilómetros de Puerto Natales en la XII Región. La piel, pelos y excrementos encontrados en excelentes condiciones hicieron creer que todavía existían ejemplares del Mylodon darwinii. Incluso el diario británico Daily Express le encargó la tarea a Hesketh Prichard de encontrar un milodón a principios de 1900. Obviamente, la travesía no tuvo los resultados esperados.

“La creencia de que los pueblos indígenas del tiempo de Magallanes podrían haber coexistido con el milodón es absolutamente incorrecta. Ellos desaparecieron hace unos 10.000 años, cuestión que está comprobada por la arqueología”, asegura Mateo Martinic. Tampoco nadie ha podido asegurar con certeza que este mamífero herbívoro, pariente del perezoso amazónico, hubiera coexistido con los preindígenas de la zona. Tema que sigue en discusión.

Si bien no hay evidencia arqueológica que demuestre la existencia de seres enormes en esas tierras, el relato de Pigaffeta es claro: vieron gigantes en la Patagonia. A menos que aparezcan nuevas pruebas, posiblemente siempre nos estaremos preguntando si lo que describió Magallanes fue tan sólo una exageración o si realmente existió algo más que nuestra ciencia aún desconoce.

RECUADRO: Más relatos de gigantes

Aunque las opiniones entre los estudiosos de la Biblia son controvertidas, algunos creen que ángeles se habrían relacionado con mujeres dando a luz a gigantes, conocidos como nephilim. Estos seres habrían sido los causantes de un gran daño y desequilibrio entre los hombres, por lo cual Dios habría decidido limpiar la tierra, mandando el diluvio universal.

Pero no sólo en la Biblia aparecen mencionados estos enormes individuos. Por ejemplo, resuena el nombre de Gilgamesh en la mitología sumeria, los titanes en los relatos griegos y los gigantes en la mitología nórdica, entre muchos otros.

19 de octubre de 2007

¡Feliz cumpleaños, Patty!


No sé si lo sabían, pero el supuesto bigfoot grabado por Patterson y Gimlin en 1967 en Bluff Creek, California, no es un él, sino una ella (fíjense en su parte delantera, como sobresalen pechos).

Y "Patty", que así se le llama en los círculos criptozoológicos, está de cumpleaños.

Hoy 20 de octubre se cumplen 40 años de la grabación del video que convirtió a Patty en la criatura mítica moderna más famosa del mundo (compitiendo codo a codo con su colega Nessie).

Feliz cumpleaños, Patty, y a ver si alguien comprueba tu existencia o tu inexistencia algún día.

15 de octubre de 2007

Pirámides, mapas estelares y la Atlántida (Parte 3 de 3)

Esta es la tercera parte del interesante artículo del investigador chileno Jaime Manuschevich sobre las pirámides de Egipto, su relación con la constelación de Orión y la Atlántida.

Las preguntas que nacen de la nueva teoría

Sin duda Robert Bauval ha hecho un gigantesco aporte al estudio y compresión del mundo antiguo, pero como todo en la ciencia, sus descubrimientos han abierto nuevas interrogantes.

Hoy es bien sabido que prácticamente todas las culturas antiguas erigieron imponentes estructuras con fines rituales y astronómicos, y la orientación y ubicación de estas construcciones se basaba casi siempre, en objetos o acontecimientos astronómicos importantes, como las posiciones de brillantes estrellas, los planetas, los puntos del horizonte por donde se veía la salida y puesta de la Luna y el Sol, y los solsticios y equinoccios.

Esta constatación nos abre otras gigantescas interrogantes que son imposibles de pasar por alto y que cuestionan seriamente la interpretación que tenemos de la historia de la civilización.

¿Por qué la Avenida de lo Muertos de Teotihuacan coincide con la dirección de la Vía Láctea y con el curso del Nilo? ¿Es la situación de las Pirámides egipcias de Gizeh, con respecto a la de dicho río, un reflejo exacto de la que ocupa la constelación de Orión con respecto a la Vía Láctea? ¿A qué se deben estas asombrosas coincidencias? ¿Con que intención, y a través de qué ignorados conocimientos matemáticos, contemplaban los antiguos las estrellas? ¿Por qué mayas, aztecas, egipcios y otros pueblos de la antigüedad situaron algunas de sus construcciones más relevantes de forma que coincidieran con determinados mapas del cielo?

Siguen existiendo otro sinfín de preguntas sin respuestas claras ¿De dónde y quiénes salió toda esta compleja información? ¿Quién la conservó? ¿Por qué Egipto apareció de pronto como una civilización con información astronómica tan completa? ¿Por qué son o eran tan importantes los mapas estelares? ¿Por qué estos mapas estelares lo usan todos los pueblos antiguos? Y la pregunta final y esencial: ¿Hay una raíz común?

La Atlántida: el nuevo paso lógico en la investigación

Cada una esas interrogantes las he trabajado ya desde hace varios años y la respuesta que formulé es clara: todos estos datos constituyen una prueba consistente de la existencia previa de una civilización y estos nos señalan en la dirección de la mítica Atlántida. Con este cúmulo de estas nuevas evidencias, Atlantis ya no es una entelequia absurda y abstracta, sino que claramente se muestra como una civilización basal que existió en un periodo anterior a todas las clásicas que conocemos y que alcanzó alto nivel de un conocimiento astronómico, que posteriormente se difundió entre sus herederas.

Quizás como el más definido dato en este marasmo de información nueva aún sin procesar, es la fecha en el cielo que fijan las pirámides -el 10500-, que claramente nos pone en la era de la isla mitológica. Al parecer, es evidente que estos gigantescos monolitos no fueron construidos en aquella fecha, pero ellos marcan un hito tan importante en la historia de aquel período que su información se conservó por varios milenios y ameritó que los hombres hicieran unos gigantes esfuerzos por conservar la fecha en piedra para la posterioridad. El astrónomo y catedrático en la Universidad de Cardiff, Chandra Wrickamasinghe, que ha hecho contribuciones importantes en el campo de la física de las partículas de polvo interestelar, señaló hace un tiempo atrás que “las pirámides son tan impresionantes porque debieron obedecer a un gran fenómeno cósmico”.

Desde hace varias décadas, cada vez son más los investigadores y científicos que están llegando a esta misma conclusión, más allá del desprestigio y crítica del tradicionalismo a sus teorías. Charles Hutchins Hapgood, un reconocido científico, hace ya casi cinco décadas después de muchos estudios, concluyó que así fue. Lo mismo sostiene el geólogo Robert Schoch, que estableció en 1992 ante la Sociedad de Geología de América que la Esfinge es mucho mas antigua que lo que se cree. Graham Hancock sostiene lo mismo a raíz de sus propios trabajos.

La antigua astronomía apunta a un sitio: el Medio Oriente

Según Williams Sullivan, especialista en paleoastronomía y mito antiguos, en su libro “El Secreto de los Incas”, (1999, Grijalbo, páginas 130, 131) señala que toda la información astronómica antigua tiene una raíz común, que reafirma de forma tan categórica como el tema agrícola o genético, la existencia de una civilización matriz. Para no exponer largos textos completos, solo citaré algunas conclusiones más claras y categóricas:

“Y no nos equivoquemos, aquí nos encontramos con un “metalenguaje” que puede manejarse en diferentes ecosistemas y latitudes (…) Desde las pirámides escalonadas de Babilonia hasta la de Palenque y desde el zodiaco de Dendera hasta la Llama Celeste, se encuentran pruebas de la existencia no un débil conjunto de “creencias” sobre el más allá, sino un lenguaje ubicuo y muy estructurado que refleja una penetrante comprensión de la mecánica celeste, con el objeto de sondear, investigar, conocer el destino último del hombre. Las mejores mentes y haciendas del mundo arcaico se dedicaron se dedicaron a este propósito”.

Mircea Eliade, un reconocido y prestigioso historiador de las religiones, ya fallecido, señala que “la creencia en la posibilidad de una comunicación directa con el cielo”, fue el resultado de una influencia directa, más que algún mecanismo psíquico que implicara ideas “universales” o “naturales”. Entre esta influencia debemos admitir la influencia del Medio Oriente. Los investigadores Santillana y Dechend dejan clara una opinión similar, afirmando que de una “antiquísima” fuente del Oriente Próximo es de donde proceden las nociones relativas a los tres dominios, los siete o nueve cielos, un “pilar del mundo”, etc.

La información es clara: existió una antigua civilización basal, que generó todos los conocimientos astronómicos antiguos y su foco fue el Medio Oriente, en un periodo previo a las civilizaciones reconocidas. Aquí nuevamente nos enfrentamos a las creencias de lo que es la historia humana, cargada de prejuicios, que aún tiene serias dificultades para enfrentar los hechos.

Pienso que toda la mitología inicial, que en muchos casos derivó en religión, fue creada para salvar la información científica, astronómica, climática e histórica del hombre después de la caída de Atlantis, a partir de los sobrevivientes y colonizadores que se repartieron por el mundo.

El mito es un metalenguaje de la ciencia antigua. Detrás de cada mito hay un trozo del conocimiento de la Atlántida.

Es nuestra tarea descifrarlo.

11 de octubre de 2007

Pirámides, mapas estelares y la Atlántida (2 de 3)

Esta es la segunda parte del interesante artículo del investigador chileno Jaime Manuschevich sobre las pirámides de Egipto, su relación con la constelación de Orión y la Atlántida.


Pero habían muchas más coincidencias

Más adelante, cuando se puso a investigar en profundidad el tema, Bauval adicionalmente se percató de que los hipotéticos canales de ventilación de las cámaras de la Gran Pirámide de Keops estaban orientados hacia algunas constelaciones específicas y entre ellas, al mismo sistema de Orión, fenómeno que ya había señalado el arquitecto y también egiptólogo A. Badawy durante los años 60. Apoyado en un potente programa computacional, Bauval pudo observar que en la supuesta época en la que se construyeron las pirámides (ca. 2500 a. de C.) existían una serie de vínculos astronómicos que, a ciencia cierta, nada tenían que ver con el azar.

El canal Norte de la llamada Cámara del Rey de la Gran Pirámide estuvo orientado en esta fecha hacia la estrella Alpha de la constelación del Dragón, también llamada Tuban, y que en la Antigüedad hacía las funciones de estrella polar para marcar el Norte. El canal Sur de esta misma Cámara del Rey, estuvo orientada hacia la estrella Zeta Orionis, es decir, aquella que se identificaba con la propia pirámide de Keops. Por su parte, el canal norte de la Cámara de la Reina, estuvo orientado en fecha hacia la Osa Menor y el Sur hacia la estrella Sirio, la más brillante de la constelación del Can Mayor, y una de las más importantes del panteón egipcio, ya que era identificada con la diosa Isis, esposa de Osiris.

En el colmo de la “coincidencia”, la teoría de Bauval terminó por confirmar la vieja sospecha que tenían ciertos egiptólogos desde hace tiempo, intuyendo que los antiguos egipcios identificaban la Vía Láctea con su río Nilo. Efectivamente, así es, y tal como ocurre en el cielo como en la Tierra, tanto Gizeh como Orión acaban teniendo la misma estructura.

Más allá del debate de pequeñeces o alineamiento específicos, ya no había duda que estas construcciones estaban relacionadas con el cielo.

Pero lo más extraordinario, es que si bien el programa informático decía que la fecha del 2475 a. de C. era excelente para identificar Gizeh con la constelación de Orión y la orientación de los supuestos canales de ventilación de las cámaras del Rey y de la Reina en la Gran Pirámide, el 10500 a. de C. era aún una fecha mucho mejor.

Los cambios en la investigación arqueológica

Con el tiempo, sus descubrimientos, no se quedaron en la meseta de Gizeh, sino que se expandieron a otras pirámides de Egipto, ya que existen otras construcciones de este tipo que se corresponden con diferentes estrellas de la misma constelación de Orión. En este sentido, la pirámide de Djedefre, ubicada en la cercana localidad de Abou Rowash, sería la estrella Saiph (Kappa Orionis), y la pirámide de Nebka, en Zauyet el Aryan, la estrella Bellatrix. Para poner un broche de oro a tan fascinante teoría Bauval extiende sus planteamientos a otros grupos monumentales fuera de la constelación de Orión. Así, la pirámide de Esnofru en Dashur estaría relacionada con las Híades, más en concreto con Aldebarán y 311 Tauri. También, esta teoría acaba por confirmar la vieja sospecha de los egiptólogos que creían que los egipcios identificaban la Vía Láctea con su río Nilo.

En definitiva a lo largo de los últimos 20 años, esta teoría ha revolucionado la egiptología y de hecho ha reforzado de manera muy importante una nueva ciencia emergente: la arqueoastronomía, que es el estudio de yacimientos arqueológicos relacionados con el estudio de la astronomía por culturas antiguas y el grado de conocimientos astronómicos poseído por los diferentes pueblos antiguos. Uno de los aspectos de esta disciplina es el estudio del registro histórico de conocimientos astronómicos anterior al desarrollo de la moderna astronomía.

Un ejemplo de este tipo de estudios se encuentran en el extenso registro producido por la antigua astronomía china en busca de “estrellas invitadas”, es decir objetos o estrellas observados por los antiguos astrónomos chinos y registrados como objetos pasajeros. Algunos de ellos eran cometas mientras que otros constituyen supernovas cercanas cuya aparición en tiempos históricos permite estudiar en detalle la evolución temporal de estos fenómenos.

Asimismo, por intermedio de la Arqueoastronomía se está empezando a comprender la función de los magníficos monumentos megalíticos (grandes piedras), que nos legaron.


(continuará)

10 de octubre de 2007

Pirámides, mapas estelares y la Atlántida (1 de 3)


El investigador chileno Jaime Manuschevich comparte con nosotros un interesante documento relacionado a los descubrimientos de los misterios de las pirámides de Egipto, mapas del cosmos y la leyenda de la Atlántida. Este es el primero de una serie de tres artículos que publicaremos esta semana.

El estado del debate

En el mundo occidental, el debate sobre el origen, forma de construcción y función de las grandes pirámides de Egipto sigue estando tan inmaduro o en verde como cuando comenzó hace más de 2500 años, a raíz de los relatos de Heródoto de Helicarnaso, el padre de la historia. Desde los inicios de la egiptología moderna, por llamarla de alguna manera, en el siglo XVIII, se ha mantenido entre los egiptólogos las ideas originales de historiador griego, basados en las creencias egipcias, que habían vivido varios y profundos períodos de oscurantismos, sin pasar por un sistema científico de verificación.

Durante los últimos 200 años se ha sostenido la egiptología clásica que estas megas construcciones fueron levantadas en periodos breves de tiempo –no mas allá de un par de décadas- con el objeto de servir de tumba a tres faraones egipcios: Keops, Kefren y Micerino, padre, hijo y nieto respectivamente, integrantes de la IV Dinastía, aunque jamás se haya encontrado ni la más mínima prueba o evidencia arqueológica que ratifique que fueron tumbas, ni se haya demostrado hasta hoy de una forma confiable como fueron construidas y en cuanto tiempo fueron movidos millones de toneladas de roca para su edificación. Sobre estos temas hay cientos de hipótesis y tal vez varios miles de libros.

Sin embargo, mucha agua ha corrido bajo los puentes de la Egiptología. Después de grandes debates, al fin ha comenzado a variar a lo menos el arcaico e inconsistente enfoque de que estas gigantescas obras de ingeniería eran inocuas tumbas de reyes o faraones, impulsados por la megalomanía o la fe. Hoy se comienza a aceptar que las grandes pirámides, así como varios de antiguos monumentos egipcios, tales como Dendera y otros templos, están asociados al cielo, a la astronomía, representando posiciones de estrellas y no simples tumbas repartidas al azar, como se sostenía categórica y fehacientemente, quizás hasta altaneramente, hasta hace unos pocos años atrás.

La observación clave de Bauval

Robert Bauval, ingeniero nacido en Egipto en 1948, desde 1982, ha estado investigando el conocimiento estelar y astronómico de los antiguos constructores de pirámides egipcios, elaborando la ya mundialmente famosa teoría de la correlación entre Orión y Gizeh y generando una airada polémica al fechar el origen de la Esfinge hacia el 10.000 a.C. Su nueva teoría para entender las grandes pirámides puso de cabeza la Egiptología clásica y ha causado la irritación de muchos. Pero al final, como en la ciencia lo que importa son las pruebas, que en este caso son tremendamente contundentes a favor de Bauval, ya pocos se atreven a negar el estrecho vínculo entre las Pirámides y el Cinturón de Orión, estrellas que eran vistas como el cetro de Osiris en el antiguo mundo egipcio.

La primera parte del descubrimiento de Robert Bauval se originó en una visita del Museo Egipcio de El Cairo, donde vio una gran fotografía aérea que mostraba los vértices de las tres pirámides de la meseta de Gizeh, percibiendo que las tres enormes construcciones no estaban perfectamente alineadas, sino que la más pequeña de todas, la que pertenecía al faraón Micerinos, se desviaba de la diagonal que unía a sus dos pirámides mayores. “El desvío se notaba tanto como un cuadro torcido en una pared”, comentó el propio Bauval más tarde. Esta singular observación cambiaría radicalmente la vida del ingeniero, ya que poco después, el año 1983, mientras trabajaba en Arabia Saudí, completó su descubrimiento.

En una noche de verano, mirando al cielo, Bauval observó que la estructura que poseían las tres estrellas que componen el cinturón de la constelación de Orión, era idéntica a la configuración de las tres pirámides de la meseta de Gizeh que había observado, incluida la pequeña desviación de la más pequeña. Para encuadrar perfectamente las posiciones de las construcciones terrestres con las estrellas de Orión, Bauval invirtió la polaridad Norte-Sur de un mapa convencional moderno, colocando el Sur al Norte y viceversa. Su inmediata hipótesis fue la posibilidad de que estas estructuras estuviesen hechas con el objeto de representar estas estrellas, naciendo así la teoría de la conexión de Orión.

(Continuará)

9 de octubre de 2007

¿Un reticuliano en Egipto?

Esta foto fue tomada en la tumba de Ptah-Hotep en Saqqara, Egipto:

¿Un acercamiento?
Y acá más de cerca:

¿Un Gris o un jarro con plantas?

Arte religioso y OVNIS


Esta pintura se llama La Virgen con San Giovaninno y data del siglo XV. Su autoría no está clara, aunque varios la atribuyen al artista Domenico Ghirlandaio (1449-1494). Actualmente está el la colección Loeser en el Palacio Vecchio, Florencia, Italia.

Parece un OVNI. Pero algunos investigadores lo explican atribuyéndolo a la iconografía religiosa de la época. Otros, en cambio, dicen que sólo es una más de las pruebas en que el arte religioso antiguo revela la existencia de avistamientos de objetos voladores no identificados.

¿Qué opinas?

8 de octubre de 2007

De Jesús a la Mesa Redonda: El misterio del Santo Grial

(Rescatado de la sección Mundo Raro de la ex Virtualia)

Desde documentos eclesiásticos, pasando por mitología celta y terminando en las películas de Indiana Jones, el Santo Grial se ha convertido en el objeto místico por excelencia. Sinónimo de la búsqueda imposible y símbolo indiscutible de la inmortalidad.

El Santo Grial es el símbolo del guerrero sagrado. Cuando el Rey Arturo fue herido y Camelot se debatía entre el fin de una utopía devastada por las hordas salvajes de Mordred, el hijo incestuoso del rey con su hermana Morgana Le Fey, Merlín llama a los Caballeros de la Mesa Redonda y les encomienda una misión: partir en busca del Santo Grial, una copa sagrada que contenía los óleos (sangre) del rey de reyes (Jesús de Nazaret). Según el mago, la posesión de este objeto lograría revitalizar a Arturo, reconstruir Camelot y detener el avance destructor de Mordred.

Dos caballeros consiguen la misión, Sir Percival y el joven Bedivere. Y aunque es Percival quien lo descubre, Bedivere toma su lugar como portador del Grial, ya que era un caballero puro, en el amplio sentido de su virginidad. Sin embargo, Percival descubre su herencia y su identidad. Es hijo del rey Anfortas, pescador y guardián de Grial; su misión eterna será entonces resguardar la copa y traerla de regreso después de que Arturo la use. Su bendita condena será cuidar del objeto hasta el fin de los tiempos.

La búsqueda del Santo Grial ha provocado la imaginación humana desde los albores de la Edad Media. ¿Es simplemente una leyenda o esconde un secreto más de la larga cadena que ha formado la sabiduría humana?

Buscado por hombres de fe, esotéricos y ocultistas. Referencias del Grial hay desde los archivos del Vaticano, hasta escritos iniciáticos de logias como los Templarios y grupos esotéricos del III Reich Nazi. Se dice que Hitler encomendó a un destacamento especial de la SS, buscar tres objetos cristianos-bíblicos. El Grial, la lanza de Longuinos (la que atravesó el costado de Jesús) y el Arca de la Alianza. Hollywood tomó estas historias y las transformó en leit motiv de dos de las películas de Indiana Jones.

La historia del Grial

Los judíos celebran en jueves santo el sacrificio del cordero pascual. Jesucristo se reunió con sus discípulos para compartir con ellos la celebración, y tuvo lugar la llamada Ultima Cena. Tomando pan amargo y un cáliz, Jesucristo lo bendijo y lo entregó a sus discípulos en señal de su entrega total, en cuerpo y sangre.

1.200 años después, la Europa medieval vivía su momento más espiritual y de mayor fervor religioso. Miles de caballeros y plebeyos se unían a las Cruzadas que periódicamente acudían a Tierra Santa para reforzar los efectivos cristianos y defender los llamados reinos latinos.
Innumerables reliquias se atesoraban en casi todos los templos de la cristiandad. Huesos de santos, espinas de la corona de Cristo, pedazos de su cruz, el Santo Sudario y la Sábana Santa, redomas con leche de la virgen o dientes de Santa Oria.

El Santo Cáliz con que Cristo celebró la Ultima Cena habría sido utilizado también por José de Arimatea para recoger la sangre del Salvador en el Gólgota. Y cuando el discípulo fue encerrado con la acusación de haber robado el cuerpo de Cristo, se le apareció Cristo en la cárcel y le entregó el Grial, el cáliz de la Pasión.

Según la leyenda, José de Arimatea fue uno de los trece discípulos que San Felipe envió a Inglaterra. Establecido con su familia en Glastonbury, o en Avalon según otras fuentes, fundó la primera iglesia consagrada a la Virgen donde depositó el Grial para atender a las necesidades de la Eucaristía.

La leyenda se sitúa en terrenos míticos donde no puede seguirse el rastro de la reliquia de una forma objetiva. Glastonbury fue una abadía fundada en el siglo VII sobre un antiguo emplazamiento de culto céltico. Se dijo que allí habían sido enterrados el Rey Arturo y su mujer Guinevere.

Si Glastonbury ha estado siempre unido al misterio y la leyenda, qué se puede decir de Avalon, la mítica isla donde los campos se cultivaban solos y los árboles daban sus frutos sin necesidad de cuidados. Es la tierra de Guingamor, de Bangon y Morgana, donde el Rey Arturo sería sanado de sus heridas para regresar luego a salvar a los bretones.

Pero esta versión no es única. Desde que José de Arimatea partió de Jerusalén con el cáliz, otras historias le confieren diferentes destinos. Un castillo del monte Muntsalvach habría sido testigo de los prodigios del cáliz. Allí, el guardián del Grial, llamado Rey Pescador (el mismo José de Arimatea o su supuesto hijo, Sir Percival), se hizo una herida en el muslo con la lanza que el soldado Longinos utilizó para atravesar el costado de Cristo. La leyenda aquí se amplía con otros elementos mágicos: la lanza y una bandeja igualmente sagrada. Incurable, la herida provocaba los sufrimientos del guardián y la esterilidad de la tierra mientras la herida no pudiera cicatrizar.
Las historias de los caballeros de la Mesa Redonda abundaron en el mito, narrando cómo la santa reliquia se les había aparecido en una de sus reuniones cubierta por un velo, y prendados de su valor, los caballeros partieron en su busca abandonando el círculo que los había mantenido unidos.

Santos griales

Chrétien de Troyes, Wolfram von Eschenbach y algunos otros autores medievales aportaron a la búsqueda del Grial un significado espiritual. Lo que a su tradición heredada de muchos mitos precristianos, terminó por unirle el sentido religioso de la unión mística con Dios.

Posteriormente, se intentó ver en el Santo Grial un significado "genético" con la transmisión de la sangre de Cristo ("sang real") a través de María Magdalena. Los judíos ortodoxos, como Jesús de Nazaret, estaban obligados a casarse, y se especula que esta María podría haber sido su esposa. Ella habría emigrado a Francia y trasmitido su herencia a ciertas dinastías.

Cuando se popularizó la leyenda del Santo Grial, por todas partes aparecieron multitud de cálices que pretendían ser el único verdadero, y todos ellos se rodearon de sus propias historias justificando su origen y su santidad. La Catedral de Valencia, por ejemplo, posee el Grial de mayor devoción. Según esta tradición, el cáliz habría sido conservado por Pedro y posteriores pontífices de la Iglesia que durante algo más de dos siglos lo utilizaron para consagrar la Eucaristía.

Esta pieza fue fabricada en ágata de color rojo, con un pie de concha del mismo color y dos asas de oro primorosamente labradas. Las incrustaciones de perlas y piedras preciosas fueron añadidas ya en la Edad Media. Los arqueólogos sitúan su origen en Palestina o Egipto, en una época que podría estar comprendida entre los siglos IV antes de Cristo y I después de Cristo.
Otras leyendas sitúan el Grial entre italianos, británicos y los misteriosos y desaparecidos cátaros. Los italianos disponen de todo tipo de explicaciones para demostrar la autenticidad de su Grial, conservado en Génova desde que los cruzados lo trajeron de Tierra Santa. Los británicos defienden que la bandeja de cristal de piedra que veneran como Grial fue encontrado en una excavación de Glastonbury.

Otra leyenda de menor difusión sitúa el Grial en poder de los cátaros. Los mismos cruzados que destruyeron sus creencias a sangre y fuego, estaban seguros de la existencia de un tesoro en el que se incluía la preciada reliquia. Cuatro días antes de que los representantes del catolicismo conquistaran la fortaleza de Montsegur, donde se decía que el cáliz era custodiado, un grupo de cátaros lo evacuaron, llevándose el Grial entre otras piezas de valor. Nunca más volvió a saberse de él.

7 de octubre de 2007

Devuelta reliquia de la cruz de Cristo

El 27 de septiembre los noticieros informaron que algún malhechor se había robado el relicario que contiene una astilla orginal de la Cruz de Cristo. Pero después de una semana el objeto sagrado fue retornado intacto.

El cambio de corazón del ladrón, ¿habrá sido uno más de los milagros que se atribuyen a esta clase de reliquias? Lo cierto es que hay varios datos curiosos que decir sobre las reliquias de la Vera Cruz de Cristo:

La vera cruz o cruz donde Jesucristo fue crucificado. La que la cristiandad consideró auténtica fue encontrada por la madre del emperador Constantino y perdida tras la derrota cruzada en la batalla de Hattin. Existen bastantes dudas de su autenticidad, dado que las astillas supuestamente sacadas de esta son tan numerosas que hacen pensar que con ellas se podrían construir muchas cruces; Calvino fue posiblemente el primero que hizo esta especulación, diciendo que si se juntaran llenarían un barco. (Fuente: wikipedia)


5 de octubre de 2007

J.J. Benítez y el video prohibido de la Luna

Si ustedes, fanáticos de lo apócrifo, ven un programa que muestra imágenes como éstas:


¿Comenzarían a creer que la Luna está o estuvo habitada por inteligencias de fuera de nuestro planeta?

J.J. Benítez, escritor y periodista español gurú de la "paranormalidad", en un programa llamado Planeta Encantado mostró el video como imágenes inéditas y exclusivas del periplo selenita de Armstrong y Aldrin en 1969.

"Esta película de 14 minutos jamás fue difundida por NASA", narra Benítez.

Y claro, ¿cómo iba a difundir la NASA esa filmación si el video fue hecho por una productora española llamada Dibuliton Studio SL, como explican acá?

Yo creo que la verdad de muchas cosas está ahí afuera, como decía Mulder, pero hay que buscarla de forma honesta. Y si la verdad descubierta no se acomoda a tus teorías, pues mala suerte, así funcionan las cosas.

Fabián Sáez de AION explica los ovnis triangulares

Fuente: Planeta Misterioso

2 de octubre de 2007

Los misterios de Glozel


Hace un par de años, en la sección Mundo Raro de Virtualia -que fue una especie de precursora de lo que hoy es este apócrifo blog- publiqué un artículo sobre los misteriosos objetos y escritura de Glozel. Un sitio arqueológico controversial, teñido de acusaciones de fraudes y disputas entre sus exploradores y sus detractores, que bien podría ser escenario de un descubrimiento revolucionario de los orígenes de la civilización. O tal vez no. Acá posteo la nota made in Virtualia, me disculpo por la notoria falta de objetividad (que era lo que esa sección exigía :D) y les dejo la interrogante de si será o no cierto.

Los misterios de Glozel

La excavación de Glozel, ubicada en la campiña francesa, ha asombrado a los arqueólogos durante décadas, debido a que sus restos revelan indicios de una civilización muy avanzada para su época. Pero lo más raro son unos misteriosos signos que parecen ser un antiguo alfabeto.

La historia comienza en 1924 cuando unos campesinos de Glozel, localidad situada en la zona de Allier, al norte de Francia, descubrieron casualmente unos extraños restos arqueológicos. Había trozos de tablillas y cerámicas que llamaron la atención de los arqueólogos por su refinada elaboración, atribuyéndose su autoría a una cultura más avanzada que lo reconocido oficialmente para el período neolítico. Allí comenzó una bola de nieve que después de volver famosa a la excavación de Glozel, hizo que se desprestigiara, permaneciendo así por mucho tiempo. Sin embargo, lo cierto es que los restos existen y son muy extraños.

El alfabeto de Glozel

Glozel es uno de los sitios arqueológicos europeos que ha sido más investigado por científicos altamente calificados. Sin embargo, y aunque no ha podido probarse, hay muchos detractores que afirman que todo es un fraude. Pero sea como sea, ¿qué hay en Glozel que produce tanta polémica?

Lo principal de Glozel, y su mayor puzzle, son los rastros de escritura que se han encontrado. De partida, su estilo no es único, sino que es parecido a los alfabetos antiguos que se han descubierto en Italia, España y Portugal, que se relacionan a las lenguas pre-indoeuropeas y pre-etruscas. Esto señala una gran antigüedad. El problema es que las pruebas científicas sitúan a Glozel en un período en que el hombre no habría descubierto la escritura, surgiendo el misterio de cómo hombres primitivos desarrollaron un alfabeto.

Los signos se han encontrado no sólo en tabletas de arcilla, sino también en todos los objetos descubiertos. Y aunque aún no han podido descifrarse, su lectura es importante para dar más luz a la fecha en que habrían vivido los habitantes de Glozel.

Las fechas tentativas

Varios estudios sitúan a Glozel en el período neolítico, es decir, hace más o menos siete mil años. Y hay testimonios, basados en pruebas de termoluminiscencia (un sistema para medir la antigüedad) en las cerámicas de Glozel que confirman la autenticidad de los restos. El doctor Zimmerman, experto de la Universidad de Washington, determinó que "no hay posibilidad de que las muestras de Glozel sean de fecha reciente o artificialmente irradiadas para hacerlas parecer antiguas". El problema con la ciencia oficial es que para hacer las tablillas, de acuerdo a otros estudios, se necesitaba una temperatura de entre 600 y 700 grados, cifra lejana a los medios que podrían haber tenido los habitantes de ese período. Las pruebas de carbono 14 demuestran lo mismo.

Otros restos dan más misterio a Glozel. Tradicionalmente, los pueblos primitivos pasaron del patriarcado a una larga época de matriarcado, como muestran las miles de estatuas de mujeres que simbolizan la fertilidad. Sin embargo, en Glozel se encontró una pequeña estatua que representa a un hombre, bautizada como el Shaman, que sostiene una daga en su mano izquierda y está parado sobre el ombligo de un animal sacrificado. Lo interesante es que tiene esculpidos dos collares en su cuello y está desnudo, imagen que lo liga inmediatamente con los símbolos maternos que dieron origen al primordial culto matriarcal.

Si esta teoría es confirmada, la antigüedad de Glozel aumentaría y arrojaría más interrogantes a su alfabeto ¿Quién pudo desarrollar un alfabeto en tiempos tan remotos? ¿Será que los humanos antiguos eran más avanzados de los que se cree? La respuesta aún no llega.

Como corolario, aclaro que mucho de lo que dice el artículo está basado en investigaciones realizadas en las décadas del 20 y 30 del siglo XX. Hoy se dice que las famosas tablillas posiblemente datan del siglo III antes de la Era Común y que, incluso, algunos restos serían del siglo XIII, copiados por lugareños de esa época que encontraban bonitos los diseños de las piedras viejas. Y como advertencia final: recuerden que ya tenemos todas las piedras de Ica y hombres de Piltdown que necesitamos...

¿Nessie muerta?

Así lo dice LUN cuando deja de hablar de los escandalillos de Marlén Olivari y Britney Spears... Pero si bien la prensa ahora da por muerta a la criatura, hace unos meses todo era fiebre de Nessie. O de los críptidos chinos de TianChi, que a mí me parecen aves o nutrias... Los monstruos legendarios no mueren, sólo se toman vacaciones...

1 de octubre de 2007

Codex Gigas, la Biblia del Diablo


Cuando leí esta noticia en The Fortean Times, pensé que estaban hablando de algo así como el Necronomicón. Pero no era tan así. El Codex Gigas, el manuscrito medieval conocido como la Biblia del Diablo, es más una especie de enciclopedia que resume el corpus de conocimientos de los benedictinos que un libro escrito por el Maligno para deshacer la creación.

De hecho, contiene puros textos religiosos como los Antiguo y Nuevo Testamentos; la Guerra de los Judíos, del historiador del siglo I Flavio Josefo; el equivalente al santoral de la época y una guía para determinar la fecha de Pascua.

Según el experto en libros mediaveles checo, Zdenek Uhlir, escribir el manuscrito del cual se conservan 624 páginas de un total de 640, debió haber tomado alrededor de 12 años. Pero, y por esto le llaman la Biblia del Diablo, cuenta la leyenda que a principios del siglo XIII un monje del monasterio de Podlazice, localidad a 100 kilómetros de Praga (no sólo de Kundera viven los checos eh!), para purgar sus pecados prometió escribir el códex en una noche. Como vio que no se la iba a poder, hizo un pacto con el Diablo para cumplir con su voto. Y el Diablo estampó su imagen en una de las páginas (la de la foto de arriba), para que todos supieran que participó en el asunto.

En lo personal, ésa me parece una pésima forma de purgar pecados, pero bueno, el Codex Gigas estará en exhibición en la Biblioteca Nacional de Praga hasta el 6 de enero, por si alguien viaja. Después de esa fecha, regresa a Suecia (los suecos se adueñaron del libro en 1648).