8 de octubre de 2007

De Jesús a la Mesa Redonda: El misterio del Santo Grial

(Rescatado de la sección Mundo Raro de la ex Virtualia)

Desde documentos eclesiásticos, pasando por mitología celta y terminando en las películas de Indiana Jones, el Santo Grial se ha convertido en el objeto místico por excelencia. Sinónimo de la búsqueda imposible y símbolo indiscutible de la inmortalidad.

El Santo Grial es el símbolo del guerrero sagrado. Cuando el Rey Arturo fue herido y Camelot se debatía entre el fin de una utopía devastada por las hordas salvajes de Mordred, el hijo incestuoso del rey con su hermana Morgana Le Fey, Merlín llama a los Caballeros de la Mesa Redonda y les encomienda una misión: partir en busca del Santo Grial, una copa sagrada que contenía los óleos (sangre) del rey de reyes (Jesús de Nazaret). Según el mago, la posesión de este objeto lograría revitalizar a Arturo, reconstruir Camelot y detener el avance destructor de Mordred.

Dos caballeros consiguen la misión, Sir Percival y el joven Bedivere. Y aunque es Percival quien lo descubre, Bedivere toma su lugar como portador del Grial, ya que era un caballero puro, en el amplio sentido de su virginidad. Sin embargo, Percival descubre su herencia y su identidad. Es hijo del rey Anfortas, pescador y guardián de Grial; su misión eterna será entonces resguardar la copa y traerla de regreso después de que Arturo la use. Su bendita condena será cuidar del objeto hasta el fin de los tiempos.

La búsqueda del Santo Grial ha provocado la imaginación humana desde los albores de la Edad Media. ¿Es simplemente una leyenda o esconde un secreto más de la larga cadena que ha formado la sabiduría humana?

Buscado por hombres de fe, esotéricos y ocultistas. Referencias del Grial hay desde los archivos del Vaticano, hasta escritos iniciáticos de logias como los Templarios y grupos esotéricos del III Reich Nazi. Se dice que Hitler encomendó a un destacamento especial de la SS, buscar tres objetos cristianos-bíblicos. El Grial, la lanza de Longuinos (la que atravesó el costado de Jesús) y el Arca de la Alianza. Hollywood tomó estas historias y las transformó en leit motiv de dos de las películas de Indiana Jones.

La historia del Grial

Los judíos celebran en jueves santo el sacrificio del cordero pascual. Jesucristo se reunió con sus discípulos para compartir con ellos la celebración, y tuvo lugar la llamada Ultima Cena. Tomando pan amargo y un cáliz, Jesucristo lo bendijo y lo entregó a sus discípulos en señal de su entrega total, en cuerpo y sangre.

1.200 años después, la Europa medieval vivía su momento más espiritual y de mayor fervor religioso. Miles de caballeros y plebeyos se unían a las Cruzadas que periódicamente acudían a Tierra Santa para reforzar los efectivos cristianos y defender los llamados reinos latinos.
Innumerables reliquias se atesoraban en casi todos los templos de la cristiandad. Huesos de santos, espinas de la corona de Cristo, pedazos de su cruz, el Santo Sudario y la Sábana Santa, redomas con leche de la virgen o dientes de Santa Oria.

El Santo Cáliz con que Cristo celebró la Ultima Cena habría sido utilizado también por José de Arimatea para recoger la sangre del Salvador en el Gólgota. Y cuando el discípulo fue encerrado con la acusación de haber robado el cuerpo de Cristo, se le apareció Cristo en la cárcel y le entregó el Grial, el cáliz de la Pasión.

Según la leyenda, José de Arimatea fue uno de los trece discípulos que San Felipe envió a Inglaterra. Establecido con su familia en Glastonbury, o en Avalon según otras fuentes, fundó la primera iglesia consagrada a la Virgen donde depositó el Grial para atender a las necesidades de la Eucaristía.

La leyenda se sitúa en terrenos míticos donde no puede seguirse el rastro de la reliquia de una forma objetiva. Glastonbury fue una abadía fundada en el siglo VII sobre un antiguo emplazamiento de culto céltico. Se dijo que allí habían sido enterrados el Rey Arturo y su mujer Guinevere.

Si Glastonbury ha estado siempre unido al misterio y la leyenda, qué se puede decir de Avalon, la mítica isla donde los campos se cultivaban solos y los árboles daban sus frutos sin necesidad de cuidados. Es la tierra de Guingamor, de Bangon y Morgana, donde el Rey Arturo sería sanado de sus heridas para regresar luego a salvar a los bretones.

Pero esta versión no es única. Desde que José de Arimatea partió de Jerusalén con el cáliz, otras historias le confieren diferentes destinos. Un castillo del monte Muntsalvach habría sido testigo de los prodigios del cáliz. Allí, el guardián del Grial, llamado Rey Pescador (el mismo José de Arimatea o su supuesto hijo, Sir Percival), se hizo una herida en el muslo con la lanza que el soldado Longinos utilizó para atravesar el costado de Cristo. La leyenda aquí se amplía con otros elementos mágicos: la lanza y una bandeja igualmente sagrada. Incurable, la herida provocaba los sufrimientos del guardián y la esterilidad de la tierra mientras la herida no pudiera cicatrizar.
Las historias de los caballeros de la Mesa Redonda abundaron en el mito, narrando cómo la santa reliquia se les había aparecido en una de sus reuniones cubierta por un velo, y prendados de su valor, los caballeros partieron en su busca abandonando el círculo que los había mantenido unidos.

Santos griales

Chrétien de Troyes, Wolfram von Eschenbach y algunos otros autores medievales aportaron a la búsqueda del Grial un significado espiritual. Lo que a su tradición heredada de muchos mitos precristianos, terminó por unirle el sentido religioso de la unión mística con Dios.

Posteriormente, se intentó ver en el Santo Grial un significado "genético" con la transmisión de la sangre de Cristo ("sang real") a través de María Magdalena. Los judíos ortodoxos, como Jesús de Nazaret, estaban obligados a casarse, y se especula que esta María podría haber sido su esposa. Ella habría emigrado a Francia y trasmitido su herencia a ciertas dinastías.

Cuando se popularizó la leyenda del Santo Grial, por todas partes aparecieron multitud de cálices que pretendían ser el único verdadero, y todos ellos se rodearon de sus propias historias justificando su origen y su santidad. La Catedral de Valencia, por ejemplo, posee el Grial de mayor devoción. Según esta tradición, el cáliz habría sido conservado por Pedro y posteriores pontífices de la Iglesia que durante algo más de dos siglos lo utilizaron para consagrar la Eucaristía.

Esta pieza fue fabricada en ágata de color rojo, con un pie de concha del mismo color y dos asas de oro primorosamente labradas. Las incrustaciones de perlas y piedras preciosas fueron añadidas ya en la Edad Media. Los arqueólogos sitúan su origen en Palestina o Egipto, en una época que podría estar comprendida entre los siglos IV antes de Cristo y I después de Cristo.
Otras leyendas sitúan el Grial entre italianos, británicos y los misteriosos y desaparecidos cátaros. Los italianos disponen de todo tipo de explicaciones para demostrar la autenticidad de su Grial, conservado en Génova desde que los cruzados lo trajeron de Tierra Santa. Los británicos defienden que la bandeja de cristal de piedra que veneran como Grial fue encontrado en una excavación de Glastonbury.

Otra leyenda de menor difusión sitúa el Grial en poder de los cátaros. Los mismos cruzados que destruyeron sus creencias a sangre y fuego, estaban seguros de la existencia de un tesoro en el que se incluía la preciada reliquia. Cuatro días antes de que los representantes del catolicismo conquistaran la fortaleza de Montsegur, donde se decía que el cáliz era custodiado, un grupo de cátaros lo evacuaron, llevándose el Grial entre otras piezas de valor. Nunca más volvió a saberse de él.

1 comentario:

  1. la leyenda del grial es básicamente sincrética. Hay leyendas celtas que hablan de un "caldero mágico" que restituiría la salud y la vida a los guerreros. En una primera etapa del mito el grial era una bandeja de plata (de hecho "gradalis" era un plato alargado para comer pescado, muy apropiado para un "rey pescador"), el mito incluia una lanza con una gota de sangre en una procesión. Según otra vertiente del mito el Grial sería la "lapis exilis", la diadema que Lucifer tenía en su frente, y que se desprendió cuando cayó a la tierra después de su derrota (el "Graal" de la vertiente Eschenbach). Sólo muy posteriormente se identificó al Grial con la copa que usó Cristo en la última cena. Todo ello ocurrió cuando los cisterciences tomaron el mito artúrico y lo reordenaron según la simbología cristiana. Ahí inventaron a Galahad, por ejemplo, que reemplaza a Perceval como campeón del Grial (los monjes no toleraron que "el tonto de la corte" fuera digno del grial y tuvieron que inventar a un superman sin mancha, un Cristo guerrero, que lo reemplazara).

    Las mistificaciones posteriores también son parte del mito, como los que plantean que la copa de la última cena fue tallada en la gema de Eschenbach, por ejemplo.
    Otto Rahn buscó el grial en los Pirineos usando la "vertiente cátara", sólo por el parecido de ciertos nombres y locaciones con los correspondientes en el Parsifal de Eschenbach.

    El grial es el símbolo del self, la completitud jungiana. El objetivo trascendente por antonomasia.

    saludos!!

    ResponderEliminar