9 de septiembre de 2007

Hitler esotérico

(Extracto de algo publicado en VIVE! en algún momento del año 2005).
Cuando en la serie fílmica de Indiana Jones, el héroe se enfrentaba a los agentes nazis qe buscaban objetos místicos de gran poder, como el Santo Grial y el Arca de la Alianza, no se trataba de una fantasía descabellada de los señores Spielberg y Lucas. Sin ir más lejos, en una rueda de prensa realizada en Austria para comunicar el resultado de sus estudios de la biblioteca del dictador nazi, el historiador estadounidense Timothy Ryback afirmó que hay numerosos libros que revelan que Hitler se preocupaba mucho de temas ocultistas. “Está claro que el dictador leyó de cabo a rabo la obra Magia: Historia, Teoría y Práctica, donde, entre muchos, se destaca el subrayado de la idea de que aquel que no lleva dentro de sí Estados diabólicos, jamás parirá un nuevo mundo”.

Pero el esoterismo de Hitler no fue una afición gratuita, sino un síntoma de algo mucho más profundo: la fuerte presencia de la magia en su ideología. Los investigadores franceses Louis Pauwels y Jacques Bergier, en su obra El Retorno de los Brujos, dedican un capítulo al nazismo mágico, revelando que el régimen hitleriano realizó investigaciones y expediciones a distintos lugares del mundo, en especial a el Tibet, para descubrir artefactos legendarios y poderes superiores que pudieran ayudarlo en sus objetivos.

¿Y de dónde salieron estas ideas? Pues del fuerte misticismo que reinaba en Alemania en las primeras décadas del siglo, el cual llevó a la formación de sociedades ocultistas secretas como la Sociedad Thule, de la cual formaron parte un montón de importantes personeros del nazismo: Rudolf Hess, la mano derecha del Furher; Alfred Rosenberg, filósofo del nazismo; y Anton Drexler, primer dirigente del Partido de los Trabajadores, el mismo que se convertiría después en el Partido Nacional Socialista o nazi. Analizado esto, pensar en una influencia mágica en el gobierno hitleriano no resulta tan descabellado, sobre todo si pensamos que la cruz gamada, la swástica, fue el símbolo de varias sociedades secretas antes de ser el emblema de la Alemania nazi...

1 comentario:

  1. Curiosamente Hitler era el menos esotérico del grupo. El verdadero sacerdote del hitlerismo era Himmler, líder de las SS y encargado de financiarle expediciones a Otto Rahn a los Pirineos en búsqueda del Grial, de financiar expediciones al Tibet en busca de relaciones biométricas entre los Tibetanos y los germanos para encontrar nexos "arios" comunes. Creó la Ahnenerbe, centro de investigaciones acerca de la herencia y tradiciones germánicas, dedicadas entre otras cosas al estudio de las runas (Karl Maria Wiligut estuvo metido por ahí)y la creación de ritos, mantras y ceremonias para los SS, supuestamente sigla de Sonnenmensch 8hombres del Sol), la elite aria depositaria del poder Vril en el nuevo orden.

    ...etceeeeeetera...

    Igual todo eso viene de la unión de la Teosofía de Blavatsky con la cultura Volkisch alemana de fines del siglo XIX. Ahí el gurú que unió todo y prácticamente inventó la cuestión esotérica aria, germen para todo lo que vino después, fue Guido von List, un austríaco muy muy rayado.

    Ooootra cosa muy distinta es la hermosa mistificación que hace Serrano de la historia real.

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